Una unidad de estado sólido o SSD (Solid-State Drive) es un dispositivo de almacenamiento de datos que usa una memoria no volátil, como la memoria flash, o una memoria volátil como la SDRAM, para almacenar datos, en lugar de los platos giratorios magnéticos encontrados en los discos duros convencionales. En comparación con los discos duros tradicionales, las unidades de estado sólido son menos sensibles a los golpes, son prácticamente inaudibles y tienen un menor tiempo de acceso y de latencia. Las SSD hacen uso de la misma interfaz que los discos duros y, por lo tanto, son fácilmente intercambiables sin tener que recurrir a adaptadores o tarjetas de expansión para compatibilizarlos con el equipo.

A partir del 2010, la mayoría de los SSDs utilizan NAND basada en la memoria flash, que retiene los datos sin alimentación. Para aplicaciones que requieren acceso rápido, pero no necesariamente la persistencia de datos después de la pérdida de potencia, los SSD pueden ser construidos a partir de la memoria de acceso aleatorio (RAM). Estos dispositivos pueden emplear fuentes de alimentación independientes, tales como baterías, para mantener los datos después de la pérdida de suministro eléctrico.

Se han desarrollado dispositivos que combinan ambas tecnologías, es decir discos duros y memorias flash, y se denominan discos duros híbridos.

Los dispositivos de estado sólido que usan flash tienen varias desventajas:
* Precio: los precios de las memorias flash son considerablemente más altos en relación precio/gigabyte, la principal razón de su baja demanda. Sin embargo, esta no es una desventaja técnica. Según se establezcan en el mercado irá mermando su precio y comparándose a los discos duros mecánicos, que en teoría son más caros de producir al llevar piezas metálicas.
* Menor recuperación: después de un fallo físico se pierden completamente los datos pues la celda es destruida, mientras que en un disco duro normal que sufre daño mecánico los datos son frecuentemente recuperables usando ayuda de expertos.
* Vida útil: en cualquier caso, reducir el tamaño del transistor implica reducir la vida útil de las memorias NAND, se espera que esto se solucione con sistemas utilizando memristores

Los dispositivos de estado sólido que usan flash tienen varias ventajas únicas frente a los discos duros mecánicos:
* Arranque más rápido, al no tener platos que necesiten tomar una velocidad constante.
* Gran velocidad de escritura.
* Mayor rapidez de lectura, incluso 10 veces más que los discos duros tradicionales más rápidos gracias a RAIDs internos en un mismo SSD.
* Baja latencia de lectura y escritura, cientos de veces más rápido que los discos mecánicos.
* Lanzamiento y arranque de aplicaciones en menor tiempo, resultado de la mayor velocidad de lectura y especialmente del tiempo de búsqueda. Pero solo si la aplicación reside en flash y es más dependiente de la velocidad de lectura que de otros aspectos.
* Menor consumo de energía y producción de calor, resultado de no tener elementos mecánicos.
* Sin ruido: la misma carencia de partes mecánicas los hace completamente inaudibles.
* Mejorado el tiempo medio entre fallos, superando 2 millones de horas, muy superior al de los discos duros.
* Seguridad: permitiendo una muy rápida «limpieza» de los datos almacenados.
* Rendimiento determinístico: a diferencia de los discos duros mecánicos, el rendimiento de los SSD es constante y determinístico a través del almacenamiento entero. El tiempo de «búsqueda» constante.
* El rendimiento no se deteriora mientras el medio se llena.
* Menor peso y tamaño que un disco duro tradicional de similar capacidad.
* Resistente: soporta caídas, golpes y vibraciones sin estropearse y sin descalibrarse como pasaba con los antiguos discos duros, gracias a carecer de elementos mecánicos.
* Borrado más seguro e irrecuperable de datos; es decir, no es necesario hacer uso del Algoritmo Gutmann para cerciorarse totalmente del borrado de un archivo.