Motivo de un elemento peligroso. Puede tener un carácter estratégico, ideológico, terrorista, codicioso, lúdico o vengador y varía según se trate de un acto accidental (curiosidad, aburrimiento) o deliberado (espionaje, afán de lucro, intención de perjudicar, ideología, juego, fraude, robo, piratería, desafío intelectual, venganza, chantaje, extorsión monetaria).